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4 de abril de 2014

¿HAY UN COLOR MASCULINO Y UN COLOR FEMENINO?



¿HAY UN COLOR MASCULINO Y UN COLOR FEMENINO?

     SI USTED piensa que hay colores masculinos y colores femeninos, no lamento informarle que, además de estar totalmente equivocado, su mentalidad es pequeña, mezquina, estrecha y.... prefiero no continuar.
     Los colores son solamente colores. No nacieron ni con senos, ni con vaginas ni con penes.
     Los colores son pigmentos procesados por nuestro cerebro y, cada sociedad, arbitrariamente, ha impuesto etiquetas de comportamiento: eso puede usar un hombre y esto, una mujer.
     Mas... no hay cosa más estúpida que eso.
     Es la arrogancia de lo que se creen que tienen el poder de decidir por los demás y es la debilidad de aquellos que lo aceptan pasivamente porque no tienen la fuerza necesaria para pensar por sí mismos.
     Creo que quien piensa de esa manera debería hacerse una cirugía cerebral o encerrarse en una cueva oscura y no salir nunca más de ahí.
     Los colores son colores y cada cerebro capta y tiene sensaciones que no dependen del sexo, que está un poquito más abajo.
     ¿Quién gana con el sexo de los colores?
     Tal vez las empresas que producen zapatos, pantalones camisas y otras organizaciones de dudosa credibilidad.
     ¿Quiénes pierden?
     Todos.
     Principalmente aquellas personas que tienen ganas de usar algo que les agrada a los ojos, que les resulta atractivo y no lo hacen por el miedo de que los califiquen como hombres afeminados, homosexuales, mariquitas; o como mujeres machos, y un largo etcétera de adjetivos que salen escupidos por las bocas de cerebros que no saben pensar.
     Si usted quiere vivir en paz consigo mismo, sea usted mismo. Si quiere pintarse con un arco-iris, hágalo; si quiere vestirse de negro, hágalo; si quiere iluminar como un sol, hágalo; pero, sobre todo, sea usted mismo. No se deje dominar por la educación cuadrada que le dice que si es hombre debe usar un color y si es mujer, otro color.
     Los colores están ahí para que los usen como quieran, quien quiera, donde quiera... Y una vez que estemos muertos, enterrados y olvidados, los colores continuarán ahí...
     No sé si tengo lástima o indiferencia por aquellos que lo único que hacen es reproducir “moldes sociales” que no valen para nada; costumbres superficiales que no ayudan en nada en la construcción del individuo como ser humano.
     Si somos personas, debemos preocuparnos por construir nuestra identidad individual y colectiva, pues somos parte de una sociedad; no obstante, no debemos vender nuestra dignidad humana para un puñado de personas que deciden qué color es masculino y cuál es femenino.
     No hay necesidad de salir a las calles y querer destruir un sistema para demostrar que no nos gustan los moldes sociales; simplemente hay que tener valor para ser uno mismo y saber cuestionar aquello que no vale nada.
     Cuando dicen que un color es femenino y otro amarillo, y tú lo aceptas, estás aceptando que los otros te digan qué pensar, qué hacer y cómo comportarte; de esta forma, no eres más que un esclavo que finge ser libre.
     Si querer juzgar, miren estas fotos (no presten atención a la marca pues es lo que menos importa, ya que no es cuestión de marcas y se puede aplicar a otras así como a otras prendas de vestir):


     El zapato amarillo es vendido en la tienda como masculino y el otro, como femenino. Pero observen: ambos son iguales. Tienen el mismo diseño, lo único que les diferencia es el color.
     ¿Quién dice que una mujer no puede usar el de la izquierda y un hombre el de la derecha?
     ¿Con qué poder se decide que uno es masculino y otro femenino?
     ¿Con qué espíritu se acepta esa imposición de pensamiento y de conducta?
     Como lo hemos dicho hace un momento, los colores no tienen sexo y quien piensa lo contrario lo único que hace es juzgar a las personas y vivir la vida que otros quieren que él viva.

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